viernes, 25 de febrero de 2011

La curiosidad y el erizo (mini-crónica)

Me econtraba pensativo, aburrido, molesto, e intrigado luego de enterarme que seré presidente por primera vez en mi vida.

Recordé que poseo hasta 3 formas distintas de obtener la información necesaria de personas carentes de adjetivos positivos, y a raíz de mis pensamientos fugaces me encontré ingresando los datos de búsqueda de una sabandija con nombre de albarrana mal construida o albaricoque pisoteado.

Tenía todo los datos necesarios para mi búsqueda. Los tenía en mi mano y en mi pie (no existe en este planeta un sólo erizo que no sea precavido y evite guardar datos e información crítica para defenderse en el futuro de algunos insectos reptantes que pululan en la ciudad).

Conozco su nombre, sé su dirección, y conservo su número de identidad. Faltaba saber sólo un dato adicional del sujeto en cuestión al que llamaré "Lola's Error (Uno Mas) De Su Vida". Además, hacía falta comprobar a través de una pequenha foto que se tratara del mismo ser infrahumano.

Lo encontré. Ubiqué no sólo un dato faltante, sino información adicional. Más de lo que quería saber. Casi tanto como enterarme de todas sus enfermedades y de sus prótesis. Casi tanto como averiguar de sus deudas familiares e historial policiaco. Casi tanto como volver a vivir un Noviembre (2).

Vi su foto, y se trataba del mismo esperpento de persona que suponía encontrar.
Inmediatamente después de ver la información, justo en el instante en que su foto cargó en mi navegador, sentí un remolino de tripas dentro de mi estómago recientemente lleno. Imaginé a una joven sin autoestima e imaginé a un sujeto con olor a polvo blanquecino de carreteras y pezunha de mulas. Los imaginé contagiándose bacterias, transtornos, y plagas. La imaginé provocándose asco a sí misma cada noche. Lo imaginé transtornado con pensamientos absurdos -torpes- y acciones tan poco acordes a su edad. Los imaginé juntos formando una especie de costra mal hecha producto de una enfermedad v. mezclada con diabetes.

La curiosidad siempre mata a los gatos.

La curiosidad, a veces, envenena a los erizos -sólo un poquito-. Sin embargo, el veneno pasa desapercibido si el ericito en cuestión tiene mejores cosas en que pensar, imaginar, y fantasear.



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