jueves, 19 de julio de 2012

Anna

Te espero en silencio,
Y a veces maldigo tu cuerpo,
Tus garras, tus colmillos, tus alas de ángel caído.

Una vez cada 6 meses vuelves a llamarme,
Y me dices que ya no me odias,
Que ya te olvidaste de todo, que nunca sucederá nada como lo
que dejamos pasar.

Vives a mi lado,
Pero no intervienes en nada,
No eres para mí ya una prioridad, eres parte de todos, de la
multitud, nada especial.

Y solías ser la Luna,
Y solías regalarme el universo con cada latigazo de tus uñas
en mi espalda,
Con cada respiración fuerte, profunda, esquiva y temerosa de
alguna mujer mayor escuchando.

Te espero en silencio,
Y a veces te voy matando en mi mente, lento, suave, con
paciencia,
Te muerdo y te inyecto dolor como un áspid, te estrujo, te
mancillo, te asfixio con un último beso.