miércoles, 27 de marzo de 2013

Despertar

Tengo 2 fotos.
En una sale una chica, una niña, una joven muy bonita sola y un brazo que puede ser mío.
Sólo eso.
En la otra foto sale la misma joven, la misma niña de los cabellos oscuros, mirada de ensueño, ropa suelta y cómoda, gestos de curiosidad, y piel más clara que la mía. Cerca mío, pero no tan cerca al mismo tiempo. Mirándome mientras yo sostengo una revista con la mano izquierda.
No recuerdo quién es.
En serio no la recuerdo. La fotografía está en digital. Está en mi antiguo ordenador, la PC que uso de emergencia, donde tengo información sólo hasta finales del 2008.
Las fotos no tienen nombre, sólo caracteres alfanuméricos como si hubieran sido tomadas por celular o por una cámara web.
Me detengo a verla. Hago acercamientos y la veo bonita, pero no la recuerdo.
No es broma, no sé quién es. ¿Me habré pegado así de fuerte la cabeza en el accidente?
Me duele intensamente el pecho también. Me acuerdo de todo, de mi nombre, de mi dirección, de las personas que me estiman, me acuerdo de como resolver ecuaciones diferenciales, más no me acuerdo de ella.
Quisiera saber su nombre al menos y buscarla por la red, por las oficinas del registro nacional de identidad, por las calles, o por el universo. Preguntarle ¿que pasó?. Preguntarle donde estábamos en la foto donde sólo se aprecia mi brazo y ella tratando de ocultarse. Parece un aula de clases o una biblioteca de mi universidad.
Es hermosa, pero no la recuerdo, me desespero, mi pecho me duele, no lo resiste.
Aquí vuelve la ambulancia..



lunes, 18 de marzo de 2013

HMQDEP*

Regresé contento de tu casa
porque sabía que tus besos eran para mi.
Caminé entre espinas y cristales
pues sólo pensaba en verte dormir.
Regresé contento de tu casa
porque sabía que tus besos eran para mi.
Yo volví contento de tu casa
esperando un día de sol más. (x 2)


Regresé contento de tu casa
porque sabía que tus besos eran para mi.
Caminé por espinas de rosales
pues sólo pensaba en ti.
Regresé contento de tu casa,
pero nuestro sol ya no está.

Y no te veré nunca más. (x 3)




*La primera vez que consumí de su melodía creí que estaba hecha para agregarle mil y una letras. Mil disculpas por tomarla -aquí- prestada.

Al-ʼIskandariya

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martes, 5 de marzo de 2013

iMás (borrador)

Hay más en ti de lo que pueden ver mis ojos y eso me aterra pues solía confiar ciegamente en la precisión de mi mirada. Para empezar, tu nombre es tan simple como una flor, pero nunca antes lo había escuchado en otra persona. Es extraño todo, eres increíblemente bella, pero no te provoca exhibirlo. Otros podrían decir que estás desperdiciando la oportunidad de tener a la ciudad a tus pies yo te diría que es una elección con mucho más sentido que la que toma el resto. Hay más en ti de lo que puedo oír en tu voz y es que no solo dominas la lengua de este país, sino que tienes una mochila cultural de varios continentes y aún así te sorprendes de las nuevas posibilidades dentro de la ciudad que a veces puedo mostrarte.
Hay más en ti de lo que pueden ver mis ojos y eso me aterra porque no quiero volver a enamorarme.

Extraviados (borrador)

Pienso que la existencia de cada uno es relativa, pienso que sólo existen aquellas personas que están con uno en cada instante.

Por ejemplo, si hoy me veo con Munireh existiré para ella durante todo el tiempo que permanezcamos junto y los minutos que dure mi recuerdo en su mente antes de que algo más ocupe sus ideas.

Lo mismo va para ella. Si hoy la veo y la pasamos muy bien como suele suceder entonces existiremos los dos durante todas las horas que estemos dentro del carro, dentro de la pileta y dentro del pequeño bosque.

Cuando nos despidamos, ella seguirá existiendo y probablemente todo mi camino de retorno hasta la cochera ella exista. Al llegar a mi departamento es muy probable que ella ya no exista, que ella se haya perdido por culpa de algún otro pensamiento o alguna otra persona que llegue a mi mente y se encargue de borrar la tarde con algún mal o buen recuerdo. Entonces entraré por la puerta, me prepararé cualquier cosa para cenar y me habré olvidado de ella. En otras palabra, ella habrá desaparecido.

Si ella se olvida de este día, entonces será como que nunca hubiese ocurrido, como si fuera un falso recuerdo producto de algún libro que ella leyó o escenas tomadas de historias que alguna vez sus amigas le contaron. Si ella se olvida de esta tarde, será como que nunca sucedió. Y si yo también la olvido, si nadie se acuerda, si nadie nos vio tirados en el pasto con miles de aves sobre nuestras cabezas, viendo como las nubes avanzan lentamente por la ciudad hasta formar una espesa neblina en algún lugar de la Costa Verde pues entonces será como que nunca ocurrió realmente.

¿Cómo probarlo? ¿Cómo alguien podría acusarnos de haber pisado las plantas o de haber estacionado el carro por la línea amarilla si nadie nos vio hacerlo?

No existió, la tarde simplemente no existió mientras todos los involucrados no lo recuerden. Basándome en esta premisa, puedo llegar a la simple conclusión de que si en verdad ya no formo parte de los pensamientos de ninguna de las personas que antes se acordaban de mi bajo cualquier excusa, podría asegurar entonces de que nunca existí para ellas o que nunca viví lo que creo haber vivido.

En realidad por eso son tan importantes las fotos y quizás por eso es que me he comprado este aparato que aún no domino al cien por ciento y por eso es que le tomé todas estas fotografías para que me crea el día en que me la vuelva a cruzar por la calle. Para que me crea que alguna vez nos conocimos en una ciudad como esta, en una tarde como esta donde también había sol con neblina, donde también se respiraba paz.

viernes, 1 de marzo de 2013

El mañana (borrador)

"Comprender cinco años después el porque de tu afición a este tipo de cultura, historias y enseñanzas..  aquí parado en medio de un castillo que flota sobre los mares y desiertos de una historia que jamás pudo comenzar por culpa mía.. me hace pensar y aceptar que eres tú la única niña-mujer  a la que yo le debo una disculpa sincera desde el fondo de mi alma agotada. La única. Tú, la de la gargantilla negra tan pegada al cuello que cuando no la usabas quedaba sus marcas en tu delicada piel. Tú, la de los celos como maremotos. Tú, la que extrañada termina de leer estas líneas.

-Lo haré mañana, repito cada vez que me levanto pesado y lento con los recuerdos de tu espada de madera y tu espalda de seda.

-Lo haré mañana, repito cada vez que me alejo de una joven más a la que no le encuentro gracia o satisfacción alguna como para seguir consumiendo su tiempo.

-Lo haré mañana, repito cada dos meses que es más de lo que dura mi paciencia con una nueva historia que nunca acaba de enraizar en mi cabeza.

Sí, hoy es mañana, pero tú ya no me contestas."

Elmañana se acercó a su puerta muy despacio para que el guardián que yacía durmiendo en su cabina no le bloquee el paso por la hora surrealista en la que se encontraba. Pegó la nota en su casa blanca, esperando que cuando amanezca ella lo lea por la mañana.

Hoy es mañana.