martes, 26 de febrero de 2013

Abrigo, brisa, canción

*Escritos en 5 minutos [6]

Dejaron de lado la vanidad y cayeron en cuenta de que sólo necesitaban sus abrigos y sus sonrisas.. al fin y al cabo se tenían el uno al otro desde que ella era brisa y desde que él era canción.



E.G.S.C.

Tan lejos que no te puedes imaginar, tan alto que no se puede alcanzar, en un distrito de Lima, en el distrito hay una avenida, en esa avenida un parque, en el parque un edificio, en el edificio un mural y en el mural un gigante, de su pecho salen dos camiones y en el camión más pequeño ahí está mi corazón.




3.1416 - A - no

Toco el piano con cuidado y floto al rededor de tus rejas

Bailo como nunca lo he hecho y despacio me pego a tus barrotes

Soy tan delgado que puedo entrar y salir de tu pecho sublime con facilidad y astucia

Intento secuestrarte y te agarras a esa cárcel de piel donde te encierras sola

Lloras

Regreso triste a mi piano, lo miro y te observo desde lejos

Vuelvo a tocar la única melodía que conozco en clave de sol

Y veo a lo lejos como estallan tus ganas de mis dedos otra vez

Vuelvo a navegar a tus orillas donde permaneces esclava del sol

Intento arrancarte de ahí a punta de sonrisas y te aferras a esa arena seca donde quedas sola

Lágrimas

Eres una princesa en una torre que tu misma has construido

Yo soy sólo una nota que adoras escuchar

Toco el piano con cuidado y floto al rededor de tus cejas.. con la esperanza de llegar a tu sofá.. una vez más.


Sin tí-tu-lo I

Miraba la película muy atento y era hermosa: Personajes con los que se podía identificar, escenas de aventura, magia, sonrisas y penas.

La trama era lo suficientemente compleja como para atraparlo y no tan enredada como para aburrirlo, era un buen guión. La música era fascinante, le evocaba momentos de alegrías y de nostalgias. Había una joven maga inocente y curiosa que le recordaba a ella. Miraba fascinado y pensaba que tal vez si en ese instante estuviera acompañado por quién sea no disfrutaría el momento tanto como lo hacía en ese breve instante de solitude.

Veía a la pequeña maguita volar y la música lo iba hipnotizando. Sonreía y al mismo tiempo se ponía triste. Melancolía de reconocer en sus gestos a quien en el fondo quería a su lado viendo, oyendo y respirando lo mismo que transmitía el monitor. Esa misma sensación de abrazo eterno e incompleto que sólo sentía las pocas veces que ella le quitaba el aliento con sus brazos fuertemente enredados a su espalda.

Sabía que cuando una pelicula es buena, ni con el mejor corazón puro a su lado podría apreciarla tanto como estando solo. Eso no le importaba, en su rostro se dibujaba la mirada perdida por ganas de dar lo que fuera con tal de ver esas películas junto a ella, respirando de su olor a nada más que piel y champú.. pero ella ya no estaba, ella lo había olvidado y cuando él recordaba las razones la volvía a extrañar un poco más dentro de un enorme espiral de palabras que nunca le dijo.


martes, 19 de febrero de 2013

Paloma, escaleras, nota

*Escritos en 5 minutos [5]

Habían transcurrido 120 meses desde que aquel hombre un día sin avisar salió por la enorme puerta de madera sin dejar notas, sin hacer berrinches, sin darle torpes explicaciones.

Es curioso pues ella nunca lo lloró, pero es más curioso que por cada mes que pasaba llegaba a su puerta una nueva paloma diferente con un discurso distinto y a la vez parecido del primero, del que se fue.


Ella ya no les creía, sólo las iba acumulando en sus escaleras una tras otra con paciencia, cariño y crueldad.




jueves, 7 de febrero de 2013

Cartas sin editar (y no enviadas) - parte II

A ti, a ti niña hermosa que, fascinada de la cultura de Oz, miras series y juegas juegos ingeniosos inventados allá mismo. Debes haber ya visto una película llamada "Sen to Chihiro no kamikakushi" y conste que coloco aquí el título original para demostrar que me he enterrado vivo de cabeza en la historia.
Quiero pues niña hermosa utilizar un símil con esta película para contarte lo que -el ahora- nos presenta y lo que -el mañana- nos aguarda. Como sabrás, no sé nada de ti y por más que semanalmente se me cruza por la mente buscarte por las líneas telefónicas -pues habrás cambiado de portable, pero no de fijo- nunca lo haría.
Nunca lo haría porque te respeto y te guardo cariño inmenso. A pesar de que me quieras asesinar un poco y a pesar de que le darías un mordisco a mi corazón si lo tuviera expuesto, te pienso y no sólo es este mundo sentimental lo que me aplasta sino también los deseos más humanos y vivos que me reclaman tu piel, la que alguna vez me sometió -también un poco- a su voluntad.
Pues bien, esta película, esta historia, este cuento de Oz -y en general todo lo que viene de ese universo- me transporta una vez más a tu nombre y es precisamente ese el tema que explota y revienta esta película, la importancia de tu nombre.
Si yo no recordara tu nombre podría vivir sin tu existencia. Simplemente desaparecerías, pero es tu nombre tan simple, tan común, tan usado y reproducido, que es la misma sociedad occidental la que evita que te olvide. No voy a mentir, han habido varias semanas en que has desaparecido. No lo voy a negar, pensar que te esfuerzas día a día por vivir la misma rutina errada le va quitando forma a las curvas de tu nombre. Pero es tu nombre, y también tu mirada en mi memoria la que vuelve a dibujarme las letras. Vuelve a formarlas, unirlas y anexarlas a mi recuerdo.
Es entonces que vuelves a aparecer.
Nunca te buscaría, discúlpame. Pero si tú lo hicieras, si aparecieras a mi lado aunque sea sólo 5 minutos y cometieses el feliz error de volverme a decir tu nombre romperías el hechizo y también recordarías que un día fui ese dragón que intentó rescatarte del río.
No todo en esta vida es tan simple y no puedo ser tan simple -yo- de prometerte que si lo hicieras no nos separaríamos jamás. Porque hasta el dragón de la película tenía su propio mundo, su propia esencia  pero te digo niña hermosa que sería tu -una vez más- guardián y deberías de saber bien que esa siempre fue mi profesión favorita.
Te recuerdo de toda la vida aunque te conozca cada vez menos, y sé que un día esta carta recibirás. Quizás no de mis manos, pero sí de tu curiosidad.


Trujillo, La Libertad - Perú.

martes, 5 de febrero de 2013

GS


I remember that once I felt in love with a girl like her. I'm pretty sure that it was love. How do I know that it was love? Easy, I wrote her a poem. What? Do you think that I write a lot of poems? Well, that is true indeed, but I never give them as presents. Yes, this poem, the one that I wrote for her.. I gave to her, it was a gift. So, do you think that a lot of people give poems? Well, not me. For me, give a poem is like giving a lil' part of my soul, is like giving some pieces of thoughts that escaped of my brain and landed in papers. Have you ever seen the last movies of Harry Potter? Well, for me giving a poem is like saying: "Hey, here is my Horrocrux, destroy it if you wanna destroy me". That's the point, I'm very careful with that.
So yes, I was in love with her.. and yes, I gave her a poem.. a poem for her smile.. a poem that made her dance like a flower under the spring sun.





.dan

Pruebas a diario lo que me dijo V.V. hace 5 años:
Que el ser humano tiende al error, que pugnamos por nuestro sufrimiento y que eso nos complace.
Tienes lo que -por lo menos- otros 50 hombres desean y no lo quieres, no lo valoras, lo manipulas y lo malgastas.
Confiado de que siempre estará a tu lado, confiado de que ya te ha perdonado tantos deslices y confiado de que te perdonará uno más.
Te equivocas.
Hoy la rescato.