martes, 26 de febrero de 2013

Sin tí-tu-lo I

Miraba la película muy atento y era hermosa: Personajes con los que se podía identificar, escenas de aventura, magia, sonrisas y penas.

La trama era lo suficientemente compleja como para atraparlo y no tan enredada como para aburrirlo, era un buen guión. La música era fascinante, le evocaba momentos de alegrías y de nostalgias. Había una joven maga inocente y curiosa que le recordaba a ella. Miraba fascinado y pensaba que tal vez si en ese instante estuviera acompañado por quién sea no disfrutaría el momento tanto como lo hacía en ese breve instante de solitude.

Veía a la pequeña maguita volar y la música lo iba hipnotizando. Sonreía y al mismo tiempo se ponía triste. Melancolía de reconocer en sus gestos a quien en el fondo quería a su lado viendo, oyendo y respirando lo mismo que transmitía el monitor. Esa misma sensación de abrazo eterno e incompleto que sólo sentía las pocas veces que ella le quitaba el aliento con sus brazos fuertemente enredados a su espalda.

Sabía que cuando una pelicula es buena, ni con el mejor corazón puro a su lado podría apreciarla tanto como estando solo. Eso no le importaba, en su rostro se dibujaba la mirada perdida por ganas de dar lo que fuera con tal de ver esas películas junto a ella, respirando de su olor a nada más que piel y champú.. pero ella ya no estaba, ella lo había olvidado y cuando él recordaba las razones la volvía a extrañar un poco más dentro de un enorme espiral de palabras que nunca le dijo.


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