domingo, 9 de junio de 2013

Loco + Corte de huracán

37/80 + 12/80

-Y hasta que por fin te quitaron el yeso del pie izquierdo.
-Adiós muletas de mierda, no las voy a extrañar ni si quiera un poco.
-Patas de rana, flacas y delgadas, la presión y la comezón de 2 meses sin poder trotar ni correr ni caminar ni volar a su lado.
-De todos modos no lo iba a hacer.
-Ahora sí, puedes salir a recorrer las rutas de su espalda.
-¿Viernes? Perdón, ¿Domingo? Mira que no me muevo hace varios meses nena
-No necesitas alcohol, no necesitas de nadie.
-No voy a mentirle a ninguna ninfa con tal de recostarla en mi alfombra. Ya está decidido.
-Pero por fin puedes recorrer las plazas y el acantilado.
-Esta vez solo y loco, esta vez ronco.
Y siempre me llegaron al peroné aquellas primaveras que esperan a que llegue el sol a rescatarlas, por el amor de God, ¿No pueden venir alguna vez a buscarlo? ¿Es que acaso lo tenemos que hacer todo por el solo hecho de que ustedes usan faldas cortas y sonrisas con cortinas?
-Me río, la justicia me da risa.
-Que no te de vergüenza!
sal a la calle con cojera de perro herido, que te importe un "joraca" lo que murmuren los que sólo saben la versión absurda de tu accidente.
Igual, nadie sabrá la verdad, igual nadie lo vivió contigo, igual tienes  una nueva oportunidad de ir a buscarla.
-La llamé, pero no sabes cuanto me costó.
-No.
-Me costó porque tuve pánico escenico. ¿Sabes hace cuanto que no hablo con su madre? Me tuve que inventar otro nombre. "Habla Ednilson", le dije.
No me creyó. Su madre reconoce mi voz, lo cual es absurdo porque sólo he hablado con ella una vez y teniendo más vino en mi sangre del que nunca imaginé estando con ella.
¿Lo entiendes? ¿No? Yo tampoco. Pero la llamé después de todo, como para que mi conciencia esté tranquila.
Me comunicaron con ella. Le hablé e intenté contarle. Hablamos 1 hora, y no le dije nada.
Creo que en el fondo no quiero que nadie sienta lástima por mi.
Ni si quiera ella que no tendría lástima, sino una genuina preocupación como quien recuerda por un instante todo lo que vivimos en tan breve tiempo que se aleja.
-Al final sólo quieres que ella te vuelva a abrazar extrangulándote como antes, ¿verdad?
Seguro que le hiciste bromas absurdas, te encanta.
-Sí y de hecho que también sabes que me mandó indirectas agresivas, como queriéndome arrancar los pulmones con sus palabras.
-Y no pudiste contarle del accidente.
-No, ella tenía que salir a combatir con Hungría.
-Taxi y estarías en su casa en 15 minutos.
-Uno de los principales ríos de África divide mis semillas de su limo.
-Pero al menos oíste su voz.
-Pero al menos oí su voz.
-E imaginaste su pecho de vampira.
-Y me pegué un tiro.
-Oh sí, oh sí.



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