Construí un castillo, y a propósito no perdí mi tiempo pintándolo. Quería que se vea sucio, viejo y desolado.
Coloqué 3 muros de contención detrás de una muralla gigante del más duro de los metales.
Rodié el lugar con fosas de cocodrilos, groserías, e improperios.
Replegué lo que quedó de mis tropas en un único punto central protegiendo el último pedacito valioso que tenía.
Levanté cientos de torreones, y contraté a los más certeros y despiadados snaipers del pueblo.
Aprendí informática sólo para poder programar 24 satélites que vigilen día y noche todos tus movimientos a fin de prevenir un nuevo ataque.
Puse sensores, lasers, y detectores de calor.
Llené el lugar con perros y lobos entrenados para matar a todo ser que se acercase.
Escondí trampas, minas, cercos eléctricos, y hasta una curiosa florecita que expelía veneno cuando alguien se acercaba.
Puse todo eso, y otras cosas más que no tienes ni idea.
No había forma de entrar ni por aire, ni por tierra, ni por mar.
Invertí tanto en ese proyecto que no se como un día desperté y estabas a mi lado, mirándome, sonriéndome queriéndome, y yo.. temblando dentro de un enorme torbellino de ideas y sensaciones. Preguntándome: "Cómo lo hizo?.."
Ilustración: L.C. (gracias!!!)
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