domingo, 21 de octubre de 2012

Anticucho, lentes 3D, mate

*Escritos en 5 minutos [4]

Emilio por primera vez en su vida tomaba la iniciativa. Era necesario, la chica le encantaba, le fascinaba. Nunca había sentido tan fuerte ni siquiera por sus perros, ni siquiera por su abuelo que lo criaba desde que sus padres fallecieron cuando Él tenía 5 años.


Tenía todo planeado, la llevaría a barranco, le hablaría reseñas interesantes que había repasado con ayuda de internet. Caminarían por el puente de los suspiros sin respirar. Él pediría un deseo y la tomaría de la mano alegando que ese era su único deseo. Caminarían por el malecón, le contaría un par de chistes infalibles y luego a una anticuchería.


Mate para bajar la porción de anticuchos, risas, un traguito para que todo sea más ameno. No en exceso, no quería que ella crea que trataba de embriagarla. Quería que la noche salga perfecta que quienes los miraran creyeran que estaban en un cine con sus lentes 3D viendo alguna comedia romántica.


La noche llegó, pero ella no.